miércoles, septiembre 29, 2004

Neuromarketing: artículo publicado en Cinco Días por Pablo Peyrolón

Publicamos hace unos quince días el primer artículo sobre Neuromarketing que se publica en España, lo hicimos de la mano de Cinco Días. ¡Qué lo disfruten!:
Las neuronas de sus consumidores valen millones: ha llegado el NEUROMARKETING

Por favor, hagan el siguiente ejercicio. Imagínense que el título de esta columna está escrito en rojo brillante, las palabras que escribo estarían en azul oscuro sobre un fondo blanco. ¿Atractivo? Sí, no cabe la menor duda. El rojo despertaría las zonas emocionales de su cerebro, lo pondría en estado de alerta, lo que lo llevaría a considerar el artículo merecedor de ser leído. La tinta azul le proporcionaría relajación, confianza, credibilidad y seriedad; atenderían a mis palabras como si un dogma de fe se tratase. El fondo blanco ayudaría a serenarlo, favoreciendo su lectura y con un desgaste intelectual mínimo. ¿Cómo lo sé? Por las avanzadas investigaciones en el campo de las neurociencias. Mediante el uso de la Imagen por utilización de positrones se sabe cómo reacciona el cerebro ante determinados estímulos. En este caso me he limitado a los estímulos visuales; pero los hay auditivos, olfativos y sensoriales. La publicidad clásica ha muerto, ha llegado la hora del Neuromarketing: la aplicación de los descubrimientos de cómo reacciona el cerebro mediante las imágenes por utilización de positrones a la venta de productos, servicios, ¿y qué más? Propaganda política, control mental, manipulación informativa -¡qué acostumbrados estamos en este nuestro país a ese tipo de manipulación!-.

El neuromarketing nace de la neuroeconomía. La neuroeconomía es una novísima rama de las Ciencias Económicas que nace de la combinación del arsenal analítico de los economistas y los descubrimientos recientes en el campo de las neurociencias. Olvídense de convencer a sus consumidores mediante la reducción de precios, el incremento de la calidad, aproveche las nuevas tecnologías: manipule el cerebro de su consumidor. ¿Complicado? Mucho más fácil de lo que se imaginan. Unos pocos estudios y sabremos cuáles son los colores que activan las emociones más íntimas de nuestros consumidores, un suave perfume en el centro comercial que ayude al consumidor a relajarse, una música con un ritmo programado por un neurocientífico que reduzca los niveles de respiración y ritmo cardíaco, trasladando al consumidor a un estado cercano al más elevado de los placeres. No venda productos o servicios, venda emociones mentales que son las que llevarán a comprar su producto, utilice el neuromarketing, las neuronas de sus clientes valen millones, no lo dude. ¿Poco ético? ¿Amoral? Y desde cuando nos hemos preocupado de sí el mercado es no ético, es o no moral, esa no es la función del mercado: la función del mercado es asignar los recursos de la forma más eficiente posible –no hay ética de por medio-. ¿Dudan de mis palabras? Hacen bien, pero les convenceré de lo contrario. En el Imperio –EEUU- ya funcionan con elevada rentabilidad consultaras exclusivamente relacionadas al neuromarketing: convertirán su producto en un deseo mental al que nadie podrá resistirse. También existen estas consultoras en el Reino Unido, Alemania y Austria –ya saben que a España estas ideas llegan con algo de retraso-.

Esta semana se celebra la Neuroeconomics Conference 2004 en el Imperio. Asisten economistas, médicos y, por supuesto, consultores para saber lo último de la particular alquimia que opera entre el cerebro y el bolsillo. Nos bombardean cada día con miles de mensajes publicitarios, ahora serán más elegantes, más sutiles, tan “sólo” invadirán y condicionarán nuestros cerebros. ¿No es maravilloso? No tendremos que decidir que televisor o coche comprar, no tendremos que discutir con la pareja sobre el color de la ropa de los niños, habrán programado nuestro cerebro para evitarnos tomar estas molestias decisiones. ¡Viva la Ciencia! ¡Vivan las aplicaciones capitalistas de la Ciencia! El tema es tan nuevo que sólo hay dos libros publicados en el mundo: el primero del Prof. Glimcher –no existe traducción al castellano- y el segundo –me han recomendado que no sea humilde, al fin y al cabo sólo lo hago para que adquieran nuevos conocimientos- el mío, “Neuroeconomía: breve introducción a una novísima ciencia”, Ed. Granica, Barcelona 2004.

Los que deseen seguir los avances de la mencionada conferencia de neuroeconomía y las últimas noticias sobre el marketing tendrán que acudir a mi página personal http://www.pablopeyrolon.com y presionar sobre la imagen de mi cerebro –sí, es mi cerebro fotografiado. Sé que queda mal recomendar mi propia página pero les aseguro que nadie en España ha mostrado interés en el tema y por eso no me queda más remedio que recomendarles mi página para que se mantenga informados.

Por cierto, ¿han visto algún mensaje subliminal en esta columna? ¿No? Pues los hay: en concreto dos. Invito a los lectores a que los busquen y me manden sus conclusiones. El tema es apasionante, si lo desean otro día discutimos las implicaciones éticas del mismo. Mi cerebro me ha dicho que pare de escribir, utilicen el suyo leyendo la interesantísima edición de fin de semana de Cinco Días. ¡Qué disfruten de sus cerebros!
Prof. Dr. rer. pol. Pablo Peyrolón (Neuroeconomista), Universidad Pompeu Fabra, Escuela de Administración de Empresas (EAE), Escuela Superior de Comercio Internacional (ESCI), http://www.pablopeyrolón.com , ppeyrolon@compuserve.com

lunes, septiembre 27, 2004

Primera y única Consultora de Neuromarketing en España

Tenemos el orgullo y la excitación intelectual propia de un proyecto de estas características de presentarles la primera y única Consultora de Neuromarketing en España. Contácte con nosotros en la nuestra web.

sábado, septiembre 25, 2004

¿Qué es el Neuromarketing?

¿Qué es el Neuromarketing? De la fusión de las Neurociencias y de la Economía nace la Neuroeconomía. Esta disciplina, la Neuroeconomía, es de gran interés para los economistas porque nos permite analizar cómo toman los agentes sus decisiones, alejándonos del famoso "hombre racional" de la economía ortodoxa y que tan alejado está de la realidad, tal es su grado de abstracción que no nos sirve para comprender los fenómenos más sencillos que ocurren en cualquier mercado de bienes y servicios. En España, vamos algo retrasados en este tema, también es cierto que hay escasa voluntad académica y pocos medios para la tan cacareada innovación, pues en este bendito país, sólo se realiza la innovación políticamente aprobada y no la innovación científicamente necesaria. De la Neuroeconomía nace una primera aplicación para la realidad empresarial: el Neuromarketing. Utilizar la tecnología más puntera desarrollada para las Neurociencias y aplicarla al marketing convencional, del cual ya se pueden ir despidiendo. Si desean saber más sobre Neuroeconomía pueden adquirir mi libro titulado "Neuroeconomía: breve introducción a una novísima ciencia", Pablo Peyrolón, Ed. Granica, Barcelona 2004. Pueden adquirirlo directamente por Internet a través de la editorial Granica. Para saber más sobre estos temas les invito a que visiten mi PÁGINA PERSONAL.

sábado, septiembre 18, 2004

Neuroeconomía o Economía del Prozac

Cinco Días
Neuroeconomía o economía del Prozac
Pablo Peyrolón (08-01-2004)
Publicado en: Edición Impresa - Opinión
Cuántas veces hemos salido a comprar un libro que nos habían recomendado y hemos vuelto a casa con media docena más que hemos visto por la librería? ¿Y qué me dicen de los hipermercados? Mi esposa me manda por un kilo de azúcar y yo regreso con dos cajas de turrón, una de polvorones, una nueva crema facial para hombres y, por supuesto, con el kilo de azúcar. A todos nos ha ocurrido alguna vez que compramos más de lo que realmente necesitamos, de hecho casi siempre (en los países desarrollados) consumimos más de lo que necesitamos.
Esta conclusión choca frontalmente con el maravilloso homo oeconomicus o individuo racional que los economistas asumen que actúa en el mercado. El hombre o mujer racionales, según los economistas, calculan costes y beneficios y en función del resultado obtenido toman la decisión que aumenta más su utilidad (cambien utilidad por felicidad).
Pero resulta que el ser humano es algo más complicado que una calculadora de sumas y restas. El ser humano actúa por impulsos, odia, ama, se solidariza, ayuda, incluso mata a sus congéneres; difícilmente podemos hallar la fórmula matemática que nos hace enamorarnos de determinada persona o que hace que la odiemos a más no poder. La economía se queda coja ante la irracionalidad de los individuos, necesita el apoyo de otras ciencias para entender el comportamiento de los individuos. Y así estamos ante el nacimiento de una nueva rama de la economía que une a ésta con las neurociencias, dando lugar a la neuroeconomía. Es tan novedoso este campo de investigación que en España ni se ha oído hablar de él, por lo menos en el mundillo (especial mundillo) académico.
La neuroeconomía nació en EE UU hará algo menos de un año. Desde entonces se viene expandiendo con gran rapidez. Tan sólo hay un libro en el mercado publicado sobre neuroeconomía, pero ya son muchos los artículos académicos que empiezan a dar cuerpo teórico a esta nueva rama de la economía.
Las neurociencias, hablando en términos poco precisos, se dedican al estudio del cerebro. El cerebro está formado por miles de millones de neuronas que se comunican entre sí mediante los neurotransmisores. Pongamos por ejemplo la depresión, la plaga del siglo XXI; se dice que está relacionada con un nivel bajo de serotonina (neurotransmisor) en el cerebro. La depresión se combate inhibiendo su recaptación de manera que permanezca a unos niveles más elevados y así se ahuyenten los síntomas del depresivo. Esto se hace mediante la fluoxetina, principio activo del más que famoso y controvertido fármaco Prozac.
Al igual que el depresivo toma decisiones condicionado por la química de su cerebro, el individuo sano toma también decisiones en función de las condiciones de su cerebro. Así la Navidad actúa como estimulante externo sobre nuestro cerebro que hace que las compras sean mucho más llevaderas; en Navidad -como, una vez más, acabamos de comprobar- parece que uno está condicionado a la compra excesiva.
Uno de los pioneros de este campo es el profesor Paul Zack, de la Universidad de Claremont. Este profesor se dedica a medir y observar lo que sucede dentro del cerebro de las personas mientras éstas toman decisiones. Para ello utilizan las imágenes por resonancia magnética y análisis sanguíneos. Otros pioneros se encuentran en la Universidad de Minnesota, que en absoluto se caracteriza por tener un departamento de economía heterodoxo, sino más bien todo lo contrario. La Universidad de Minnesota organizó el año pasado la primera conferencia académica de la neuroeconomía, y para 2004 ya están organizando la siguiente.
En economía no podemos seguir insistiendo en la racionalidad o pseudorracionalidad de los agentes económicos. Es imprescindible abordar nuevos puntos de vista para comprender mejor los mecanismos que operan en las tomas de decisiones económicas. Las neurociencias abren una vía que probablemente contribuyan mucho a comprender mejor el comportamiento de los individuos en un contexto de mercado económico.
Queremos explicar las irracionalidades bursátiles, las compras compulsivas, el marketing feroz (neuromarketing) que nos programa para que compremos determinados productos. Como siempre que hay una innovación en la ciencia se produce cierta reticencia entre los que ya están establecidos, en este caso, en la economía de hoy en día. Dígase de otra manera, ya son varios los catedráticos a los que la idea no les ha interesado en lo más mínimo, ellos ya están apoltronados en su altar y no necesitan dar con nuevas explicaciones a fenómenos que desconocemos. No por ello, o por ellos, hay que dejar de insistir en buscar nuevas explicaciones para comprendernos mejor y mejorar así el entorno que nos rodea.
Por último, me veo en la obligación de mencionar las implicaciones filosóficas que las neurociencias conllevan, las preguntas que parte de la humanidad se formulan desde Platón a nuestros días se explican por simple y pura química, no lo olviden, también hay una neurofilosofía.
Doctor en Economía, profesor asociado de la Universitat Pompeu Fabra y ESCI ppeyrolon@compuserve.com
© Cinco Días Prisacom S.A.

martes, septiembre 14, 2004

Sobre el SUBOCONSCIENTE (1), el éxito burgués o mundano y los TIMADORES MENTALES

No voy a tratar ahora en profundidad el tema del suboconsciente.... Tan sólo les voy a avisar o aconsejar sobre los TIMADORES MENTALES que últimamente están en todas las listas de éxitos editoriales porque nos prometen alcanzar la felicidad, los millones de dólares, salir de la depresión, conseguir todas nuestras metas con sencillos programas de 12 o 15 días, eso sí, a condición de que comprenden su libro.
Cayó en mis manos The Mind Accelerator: your lexicon for success escrito por algo llamado volition thought house. No seré yo quién decida si tienen o no razón, los que lean este blog son lo suficientemente inteligentes para responder por si mismos, eso sí, antes visiten su web Volition.
Saludos

lunes, septiembre 13, 2004

Conferencia Neuroeconomí­a 2004

Neuroeconomí­a
No se pierdan el seguimiento por Internet de la Conferencia sobre Neuroeconomí­a que organiza el Baylor College (Carolina del Sur, EEUU) del 16 al 19 de septiembre. Contará con la presencia de Vernon Smith, premio Nobel de Economía del 2002 por sus investigaciones en los procesos de tomas de decisiones. Será el empujón definitivo para que la Neuroeconomí­a despegue.
Para los no iniciados en esta fascinante rama de la economía visiten mi pá¡gina personal o bien directamente la Editorial Granica donde podrán adquirir el único libro introductorio sobre el tema de la neuroeconomía (Tí­tulo: "Neuroeconomí­a: breve introducción a una novísima ciencia", Ed. Granica, Barcelona 2004, Autor Pablo Peyrolón).
Iremos comentando la conferencia.
¡Qué disfruten de sus cerebros!
PD: mi libro es el único en español y el segundo en el mundo pues el Prof. Glimcher publicó el primero en inglés (como soy un poco malicioso diré que Glimcher no se atrevió a poner la palabra Neuroeconomía en el título de su libro... )